Hoy hablamos del síndrome piramidal. Se define como un cuadro complejo que aparece en pacientes activos durante la cuarta y quinta década de la vida, más frecuentemente en las mujeres. La vecindad del nervio ciático en la anatomía permite que la contractura de este músculo irrite al ciático sin evidencia de un pinzamiento lumbar.
Cursa con dolor en el glúteo, muslo, pierna y pie, pero a veces también en la ingle, periné y cadera. Aparece durante la marcha y en la sedestación prolongada, lo que impide a una persona normal estar en la posición de cruzar las piernas o sentarse cómodamente.
En la exploración, si se realiza el estiramiento del músculo, se agrava de forma transitoria el dolor y mejora tras finalizar el estiramiento. Otro síntoma relevante es que los pacientes no pueden permanecer sentados durante mucho tiempo debido al aumento del dolor, a diferencia de otros cuadros de dolor lumbar.
El tratamiento inicial consiste en estiramientos y ejercicios que mejoren la contractura, junto con la aplicación de métodos ergonómicos en la vida diaria y en el ámbito laboral. Cuando estos métodos fracasan, se realiza un tratamiento con infiltraciones de anestésicos o con resina botulínica para lograr una mejoría a más largo plazo, lo que resulta en una excelente medida terapéutica.




