Lesiones del hombro en el Pádel

Las tendinitis del manguito rotador, como se conoce al complejo de músculos que se encuentran en el hombro, es la […]

Las tendinitis del manguito rotador, como se conoce al complejo de músculos que se encuentran en el hombro, es la inflamación de uno o más de los tendones que se deslizan por el estrecho del hombro, conocido como Espacio Subacromial. Generalmente, se produce por un sobreuso o un mal gesto, al rozar los tendones contra las estructuras óseas de dicho estrecho.

Los gestos que con mayor frecuencia lo producen son el remate y la bandeja, así como el exceso de fuerza o velocidad en la ejecución del movimiento.

Un excesivo trabajo de los rotadores internos sobre los rotadores externos genera un desequilibrio muscular y una mayor probabilidad de lesión, al igual que los movimientos explosivos y la descompensación de fuerza entre músculos agonistas y antagonistas del hombro, como son los pectorales.

Una técnica deficiente en la ejecución del remate o el movimiento de bandeja, el aumento rápido de la actividad o sesiones excesivamente largas, así como el uso de una fuerza y una velocidad excesivas en el gesto, producen también ese desequilibrio.

La clínica que aparece es dolor al elevar el brazo, tanto por delante como en la separación (abducción). Es muy típico y frecuente tener dolor nocturno cuando la lesión se encuentra establecida o es crónica. Asimismo, va acompañado de pérdida de fuerza, especialmente en determinados gestos.

El diagnóstico debe ser realizado por un especialista, quien, tras una exploración minuciosa y exhaustiva, solicitará pruebas entre las que se incluyen la ecografía e incluso la resonancia magnética, para determinar el alcance de la lesión y poder diferenciar entre tendinitis y desgarro del tendón, que en muchas ocasiones no logra ser visto por la ecografía.

El tratamiento se realizará inicialmente con hielo, reposo deportivo y antiinflamatorios, hasta pasar a la segunda fase de recuperación con Fisioterapia, donde se llevarán a cabo ejercicios pendulares, de fortalecimiento, de coaptación y de estiramiento.

La prevención irá encaminada a realizar un calentamiento básico durante al menos 15 minutos (calentando gemelos, cuádriceps, dorsales, pectorales, así como la musculatura del hombro), trotar cinco minutos con elevaciones de brazos y piernas, así como saltar con los brazos estirados.

Se recomienda mejorar la técnica del remate o bandeja y hacer ejercicios de tonificación del manguito rotador, además de moderar las sesiones de entrenamiento y tratar los síntomas tan pronto como aparezcan para evitar lesiones más importantes.

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